La nueva colección La Terreta, Strap FW22 ya está disponible.
¿Por qué esta colección?
Han sido dos años extraños, estar literalmente encerrados ha tenido sus consecuencias. Hemos olvidado aquellas cosas que formaban parte de nuestro día a día, nuestra normalidad. Esta situación no solo ha bloqueado las relaciones sociales, sino que también la relación con nosotros mismos, más de uno se ha perdido, ha olvidado aquello que formaba parte de su rutina, lo que le gusta y ha hecho replantearse su vida, como si hubiéramos empezado de cero.
Después de este punto de inflexión en la historia, salimos a la calle para desbloquearnos y volver a conectar con la vida. Y es cuando nos damos cuenta, que toda mala época, conlleva posteriormente una mejor.
Volver a la nueva normalidad, nos ha hecho replantearnos la vida,y como consecuencia, exprimir cada momento lo máximo posible. Hemos vuelto al origen de todo para volver a encontrarnos, y en este regreso hemos redescubierto todas esas cosas que forman parte de la vida y personalidad de los valencianos.
Haber estado desconectados una temporada, ha hecho que reconectemos de manera más fuerte, en la que hemos revalorizado todas aquellas cosas que formaban parte de nuestra vida que habíamos pasado por alto. Las partidas de truc «a la fresca», un esmorzaret valenciano (que no es un brunch), los amaneceres bailando… Y es que, tanto el clima, la gastronomía como la música, tienen mucho que ver con el ADN valenciano.
La luz de Valencia es lo que mejor identifica nuestra ciudad, es única, optimista y alegre. La luz de la Terreta es más que iluminar, son los atardeceres en la huerta y albufera, las familias en la playa, las persianas y chaflanes de la ciudad, las glorietas complicadas y las terrazas. La luz, es el paisaje de los valencianos que amamos y llevamos en nuestro ADN.
Nuestro amor y vocación por la gastronomía, reúne todos los componentes vitamínicos suficientes para ser un habitante de la Terreta, no sólo porque nos encante comer, sino que también por la unión social que conlleva: las paellas de los domingos al solete, el esmorzaret que termina con un cremaet y un chupito de mistela, el «suc de taronja» recien exprimidito por la mañana, la «picaeta» acompañada de una buena comentaeta, y la torrà, (que no barbacoa), en las noches de verano y lo que surja. Y es que, si hay alguna característica que nos defina más a los valencianos, es la espontaneidad, el «pensat i fet».
Por eso no es de extrañar que quedemos a tomar algo y nos «acabemos liando». Llevamos la fiesta, bueno, mejor dicho, la música, en la sangre. Las ganas con las que hemos vuelto de bailar no es casualidad, ya en los 80-90s, pasó algo parecido. Fue una época de transición en la que la sociedad, de una manera distinta a la actual, también había estado encerrada y reprimida. Esto provocó un cambio de mentalidad y actitud en la sociedad, en la que disfrutar y aprovechar el tiempo libre al máximo, era primordial en el nuevo estilo de vida. Y fue, y es la música, literalmente el ritmo que acompaña este estilo de vida.
La música posee una gran influencia psicológica, es un factor emocionalmente potencial que reúne, anima y acerca a las personas, provoca una sensación de liberación en la que te dejas llevar, y su finalidad es bailar y hacer disfrutar a la gente.
Por ese motivo en este proyecto hemos tratado también empezar de cero y reconectar con todas esas cosas que como ciudadanos nos hacen sentirnos orgullosos de la Terreta. Así que, esto va de almuerzos populares en bares, de rutas ya sean por la huerta o por la carretera del Saler en las que las gafas de sol han sido nuestro acompañante más preciado, y de exprimir cada momento al máximo como si fuera una taronja de l’horta. En resumen, todas las cosas que engloban en el sentimiento común a todos los valencianos, habitantes nativos y amantes de la Terreta.
Muchas gracias a @mike_gannu por colaborar con nosotros en este proyecto.
Video grabado y editado por @hugod
Desarrollo proyecto y colección por @elenaroig__
¡La Terreta Strap FW22 ya disponible bro!